Uso de la lógica difusa en sistemas que buscan evitar la formación de atascos


Hoy en día, la congestión en las carreteras es un problema global que, de hecho, casi todas las naciones lo sufren en mayor o menor grado.

Entre otras incidencias, causa pérdidas comerciales debido al aumento de tiempo de viaje y pone en peligro la calidad del medio ambiente debido a las mayores emisiones de CO2 resultantes de los atascos.

Se estima que los gastos ocasionados por la congestión aumentarán en aproximadamente un 50% para 2050. Por estas razones, el control del tráfico para aliviar la formación de atascos en las carreteras es un problema importante que debe ser abordado para buscar la mejor solución, a través de las herramientas tecnológicas existentes.

Por otra parte, la predicción de congestiones es un componente clave de los ITS, dado que las predicciones dadas pueden ser utilizadas tanto por los conductores, con el fin de replanificar sus rutas, como por los gestores de tráfico o sistemas de control, para mejorar el tráfico de vehículos.

La Lógica Difusa es usada con frecuencia en el diseño de sistemas capaces de lidiar con problemas derivados del tráfico, dado que permite procesar información imprecisa por medio de reglas sencillas.

Las condiciones del tráfico, tales como la ocupación, flujo y velocidad, pueden ser divididas en categorías difusas como “alta”, “media” y “baja”, para así lograr predictores interpretables basados en sentencias como, por ejemplo: si la ocupación es alta, y el flujo es medio, entonces la probabilidad de congestión alta.

Entre todos los sistemas basados en lógica difusa, son los Sistemas Basados en Reglas Difusas los más representativos, habiéndose aplicado con éxito a gran variedad de problemas del mundo real, y siendo en la actualidad utilizados ampliamente para resolver el problema de los atascos en las grandes ciudades.