En Tecnocarreteras hemos visto diferentes soluciones planteadas por las ciudades para mejorar la calidad de su aire (como el «pegamento» de Londres que hace que se adhieran las partículas contaminantes), pero sin duda la que hoy vamos a mostrar es la más original y novedosa: unas lamparas con microalgas que puedan absorber de 150 a 200 veces la cantidad de CO2 que absorbería un árbol.
El invento, obra del químico francés Pierre Calleja, tiene también la ventaja de que las baterías de las lámparas se pueden cargar a través de la fotosíntesis de las algas (utilizando tanto la energía solar como el CO2), con lo que el ahorro es considerable.
Estas dos ventajas hacen que su creador sea optimista sobre la implantación de este nuevo tipo de luminarias en nuestras carreteras y ciudades. Un prototipo de estas farolas puede ser ya visto por los usuarios en Burdeos.
Sin duda, toda innovación destinada a disminuir la contaminación de las mismas (y más en España que incumplimos por mucho los protocolos establecidos en Kioto), será bien recibida. En el siguiente vídeo, su creador nos habla de un futuro en que gracias a esta lámparas podremos tener un aire mucho más sano: