seguridad vial

Usando visión artificial y sensores para detectar qué zonas de la carretera representan un mayor peligro para los conductores


Para determinar qué tramos de las carreteras se consideran más problemáticos, o representan un mayor peligro para los conductores, siempre se utilizan las estadísticas, que permiten evaluar y comparar las zonas que tienen un índice de accidentes superior a otras similares, y sobre las que hay que tomar medidas.

Sin embargo, ¿cómo se pueden detectar todas aquellas zonas y situaciones problemáticas que, aunque ocasionan molestias a los conductores – desvíos de trayectoria, acelerones o frenazos – no figuran en las estadísticas ya que, por suerte, no acaban ocasionando accidentes que se pueden contabilizar?.

Para obtener información de estas situaciones que ocurren en la carretera y pueden desembocar – o no – en un accidente, resulta de gran utilidad usar este tipo de tecnologías:

  • 1.- Teléfonos móviles inteligentes de los usuarios de la carretera: De una forma no intrusiva, se puede conseguir que los propios usuarios, con sus teléfonos, sirvan al modo de sensores móviles, que puedan reportar todo tipo de datos. Como ejemplo de utilidades que se pueden conseguir:
    • Gracias al uso del GPS integrado, se puede determinar la velocidad del vehículo en todo momento, pudiendo comparar dichas velocidades con los límites establecidos en cada tramo para detectar posibles inconsistencias. Igualmente, si la precisión del GPS es suficiente, se podrían llegar a detectar cambios o salidas de carril no intencionadas.
    • Mediante el acelerómetro que incluyen algunos teléfonos, se pueden obtener zonas donde el usuario tiene que acelerar o frenar de manera brusca, y analizar las posibles causas cuando estas acciones se convierten en tendencia en un punto determinado. Igualmente, se pueden detectar volantazos o movimientos en zigzag, señal de que puede existir algún problema.
  • 2.- Tecnología implantada en los vehículos de conservación de carreteras, donde se puede complementar lo anteriormente comentado con sistemas más precisos, que se pueden instalar en el propio vehículo:
    • GPS de alta precisión para obtener una información mucho más precisa.
    • Sensores de vibración que permitan detectar irregularidades en el asfalto, que pueden desencadenar accidentes. Al estar asociados con el GPS, automáticamente pueden determinar el lugar donde se encuentran, y avisar al centro de control. 
  • 3.- Cámaras con visión artificial que se pueden implantar en la carretera, o bien colocar dentro de los vehículos. Este tipo de cámaras, con el software de visión inteligente implantado, pueden aportar una información de enorme utilidad para conocer potenciales problemas, siendo capaces de detectar elementos problemáticos:
    • Cuando un vehículo realiza una trayectoria extraña en una zona concreta, como una salida de vía, que puede ser debida a problemas en la infraestructura, el tiempo, o los límites de velocidad existentes.
    • Cuando existen irregularidades en la infraestructura.
    • Posibles frenazos en la vía, que han quedado marcados, pudiendo llegar al detalle de conocer su dirección y longitud, con el objetivo de determinar si en una zona se concentran muchos frenazos, y si son debidos a posibles salidas de la calzada, o a la distancia entre vehículos. De estos datos, además, se puede obtener también la velocidad del vehículo en el momento de la frenada, y el tiempo de reacción del conductor.
    • Detectar el grado de  absorción del agua del asfalto, bajo lluvia intensa, así como detectar posible hielo en la vía, analizando las imágenes y vídeos grabados.

Con toda esta información, bien analizada, podemos conocer al detalle las zonas problemáticas de las vías que, aunque no hayan ocasionado accidentes, es necesario revisar, para evitar que acaben afectando directamente a la seguridad vial.