Un equipo de investigadores de la Universidad de Minho (Portugal) ha desarrollado un modelo que demuestra las importantes ventajas que puede tener para el tráfico en intersecciones la colocación de señales previas (anteriores al semáforo oficial que regula la intersección), para que los conductores puedan anticipar lo que deben realizar.
Su modelo muestra cómo el uso de estas señales previas supone que se mejore el tráfico en, aproximadamente, un 15 % (menos atascos), al reducirse las colas producidas en estas zonas. De esta forma, este sistema ofrece una vía muy económica para mejorar la fluidez del tráfico en intersecciones problemáticas, ideal para aquellos países que no pueden recurrir a obras (puentes o túneles) que ofrezcan vías alternativas de paso.
Gracias a los modelos utilizados con la herramienta Simio, se pudo hacer una comprobación muy realista sobre la diferencia que ocurre en el tráfico cuando la intersección cuenta con señales previas o no, así como poder conocer al detalle el lugar exacto donde se debían colocar estas señales para maximizar su eficacia. Los resultados visualizados parecen indicar que, cuando hay un tráfico abundante, la distancia ideal que debe haber entre la señal previa y el semáforo es de 40 metros.
En el siguiente vídeo, se puede comprobar el modelo empleado en las simulaciones realizadas, y visualizar gráficamente las ventajas que ofrece este tipo de sistemas.