En numerosas ocasiones vemos peatones o vehículos que tratan de anticiparse a los semáforos, cruzando cuando ven el semáforo de los coches en rojo, o acelerando su marcha cuando a lo lejos vislumbran el semáforo en verde.

Esta situación que, en la mayoría de los casos no representa ningún problema, en determinadas circunstancias – cambios necesarios sobrevenidos del estado de los semáforos – puede provocar situaciones de peligro. 

Precisamente para evitar este tipo de picardías, según leemos en la interesante sección de buenas ideas de ecomovilidad (del blog del mismo nombre), en Londres se está comenzando a implantar en muchos semáforos unos protectores que, a modo de cortinilla, evitan su visualización si no se está de frente y cerca. 

De esta forma, los peatones no podrán visualizar el semáforo de los vehículos, teniendo, como debería ser lo normal, que guiarse únicamente por su semáforo, y tampoco será posible ver a distancia la luz de los mismos, evitando carreras que muchas veces lleva a cruzar ya con el semáforo en ámbar. 

Una solución curiosa, que la verdad es que nunca nos habríamos planteado, pero que puede servir para evitar más de un problema.