Fomentar el uso del transporte público es algo imprescindible para ser una ciudad más sostenible, y por este motivo, en Copenhague han buscado soluciones que consigan hacer más atractivo un medio de transporte que, en las horas punta, circula con demasiadas interrupciones.
Aunque las soluciones que hemos visto en otros entornos se basaban en ofrecer prioridad en los semáforos a los autobuses, en Copenhague han decidido ir un paso más y crear un sistema más inteligente, que permita dar prioridad únicamente a aquellos autobuses que lo necesitan,teniendo en cuenta diferentes factores como el número de pasajeros, la ruta, ubicación o la hora del día.
Este sistema, en modo de pruebas, entró en funcionamiento durante el mes de abril de 2014, con unos resultados muy positivos: Los retrasos se reducían entre un 25 % y un 45 % con una gestión eficaz de los tiempos de los semáforos que les afectaban directamente, en los momentos necesarios, sin necesidad de incidir en la gestión normal de los semáforos en la mayor parte del día. Conseguir además evitar el retaso de un autobús supone solucionar el problema de los retrasos en cadena, lo que lleva a evitar la acumulación de una situación cada vez más grave.
Con este sistema de autobús inteligente se consigue que los ciudadanos de Copenhague sepan realmente cuándo va a llegar su autobús, eviten retrasos, y puedan confiar en un medio de transporte seguro, fiable y mucho más rápido que hasta la fecha. Todo ello sin necesidad de acometer importantes obras en la ciudad, y aprovechando los medios ya existentes.