Velocidad más baja en las ciudades españolas para reducir el número de accidentes


Siguiendo la tónica que se está llevando en algunas ciudades europeas (Londres, Oslo), la Dirección General de Tráfico está estudiando reducir la velocidad máxima permitida en las ciudades de España de 50 a 30 kms/h, para frenar el aumento de accidentes producido en los últimos tiempos.

Está demostrado que la alta velocidad es uno de los factores que más influye en el número y gravedad de los accidentes de circulación, y esta medida va precisamente en esta línea. Con velocidades más bajas se aumenta la seguridad del resto de usuarios de la vía, como ciclistas y motoristas, y se consigue que los peatones estén también más seguros.

Esta medida va en la línea de adaptar las ciudades para hacerlas más seguras y habitables, fomentando otros medios de movilidad alternativos al vehículo, y facilitando también los desplazamientos de los peatones.

En esta misma línea, acciones como aumentar las zonas destinadas a los ciclistas (carriles bici) y a los transportes públicos (zonas especialmente dedicadas a ellos), impedir o reducir el tráfico de vehículos por el centro de las ciudades, y ofrecer alternativas de movilidad sostenible a los ciudadanos, son iniciativas que poco a poco se están imponiendo en las ciudades de toda Europa.