Buenas prácticas para tener una movilidad más segura en las ciudades


Tener una movilidad más sostenible y más segura en las ciudades, que además reduzca los riesgos de los colectivos más sensibles – menores, ancianos y personas con discapacidad – es un objetivo común de todas ellas, y una prioridad para los responsables de la gestión de las mismas.

En esta búsqueda de ciudad segura, hay dos datos que se suelen tener en cuenta:

  • Conseguir que la tasa de fallecidos por cada 100.000 habitantes esté próxima a 0.7 (el valor de Estocolmo).
  • Conseguir que la tasa de heridos graves por cada 100.000 habitantes esté próxima a 3.5.

En el informe Horizonte C3: Ciudades Casi Cero de la Fundación Mapfre se han analizado las ciudades españolas que mejor están trabajando la seguridad vial, analizando las pautas de aquellos lugares donde se han producido mayores mejoras, y tratando de dar a conocer aquellas iniciativas que pueden ser de utilidad para replicar en otros lugares.

Según el informe, algunas de las características comunes de las ciudades más seguras son las siguientes:

  • Ciudades donde no se prioriza tanto el uso del vehículo: Son ciudades con más zonas peatonales (seguras) y carriles bici.
  • Restricciones de velocidad en un mayor número de zonas, dentro de sus planes de movilidad.
  • Educación vial a todos los niveles, especialmente para los niños, con creación de caminos o zonas escolares más seguras.

La idea es sencilla: Ciudades más pensadas para el ciudadano (peatón, ciclista), y no sólo para el coche; se prioriza el adaptar la infraestructura a poder pasear, a poder ir en bici, y a facilitar el uso de todo tipo de medios de transporte.