Un porcentaje muy importante de los accidentes ocurre en las vías convencionales, que suelen estar peor conservadas, y además cuentan con menos medidas de seguridad que las autovías y autopistas.
Hay medidas cuyo coste económico es moderado, pero que podrían contribuir muy eficazmente a reducir el número de accidentes. Una de estas medidas es la colocación de guías sonoras, tanto en el centro de la carretera como en los laterales, para evitar choques frontales y salidas de los vehículos de la vía.
El funcionamiento es realmente sencillo: Cuando una rueda del vehículo se coloca por encima de la guía (es decir, está en una zona que no debería estar), se produce automáticamente un molesto sonido,que sirve para avisar al conductor de que debe corregir la trayectoria. Sencillo y útil, es un recurso que muchas veces es vital.
De momento ya son varias las carreteras que están colocando este tipo de guías, y esto se enmarca dentro del ambicioso plan de actuaciones que se está llevando para mejorar la seguridad en las carreteras.