Explicando de una forma sencilla el funcionamiento de los sistemas V2I (Vehicle-to-Infraestructure)


Uno de los problemas habituales que ocurre con la tecnología es que no siempre se explica de una forma sencilla y didáctica, recurriendo en numerosas ocasiones a tecnicismos y acrónimos que complican entender el mensaje.

Esto es habitual también en relación a la tecnología «inteligente» para las carreteras y vehículos, como las famosas V2V (Vehicle-to-vehicle), V2I (Vehicle-to-Infraestructure), cuyo uso no siempre queda claro.

¿Cómo funciona un sistema V2I que permita, por ejemplo, regular dinámicamente los semáforos al tráfico en cada momento existente?

El proceso es más sencillo de lo que puede parecer a simple vista:

  • 1.- Los conductores descargan en su teléfono móvil una aplicación que está conectada con el sistema central (de la ciudad, carretera…). La aplicación está programada para enviar automáticamente la posición y velocidad del vehículo al sistema.
  • 2.- El servidor recibe y gestiona los datos de todos los vehículos (cuyo conductor ha instalado la aplicación), de manera que conoce el estado exacto de cada zona, incluyendo los vehículos que se encuentran en cada intersección (controlada por semáforos).
  • 3.- La información anterior permite optimizar de forma automática el ciclo de los semáforos, para conseguir reducir interrupciones, consiguiendo que esté verde cuando haya vehículos (dentro de lo posible), y mejorando la fluidez del tráfico.
  • 4.- Todo esto se consigue con un potente algoritmo desarrollado e implantado en el sistema central que permite regular los diferentes elementos y relaciones, teniendo en cuenta el conjunto (implicaciones entre acciones), con el objetivo común de mejorar el tráfico global de una zona o región.