Que el comportamiento de muchos grupos de animales puede servir como fuente de inspiración e imitación para mejorar y/o modelar sistemas de movilidad humana o de control de tráfico más eficaces, es algo que se conoce y se viene estudiando desde hace tiempo.
Sin ir más lejos, en Tecnocarreteras hemos hablado de cómo se ha analizado el comportamiento de las bandadas de pájaros (para su aplicación en la sincronización de los semáforos), o la movilidad de las hormigas, entre otros muchos animales.
Hoy queremos mostrar cómo, según leemos en la revista de la Dirección General de Tráfico, investigadores de la Universidad de Teruel están analizando a fondo el comportamiento y la movilidad de las orugas procesionarias, y su aplicación a un nuevo modelo de conducción más armónico.
Según leemos en el artículo, los investigadores indican que este comportamiento, aplicado al tráfico, puede permitir que se los vehículos avancen mantenimiento la misma velocidad media que el vehículo que lo precede, sin los incómodos acelerones y frenazos, manteniendo siempre la distancia de seguridad, y ofreciendo un tránsito más cómodo y seguro.
Además, este tipo de conducción no sólo acaba siendo más rápido, sino que encima ofrece otras ventajas añadidas, como el ahorro de combustible, o la disminución del riesgo de accidentes.
A continuación mostramos la infografía del sistema, obtenida también de la revista de la DGT.
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