Un tercio de todos los accidentes de tráfico se producen durante las horas del día donde no hay iluminación natural suficiente, a pesar de que hay mucho menos tráfico que en el resto del día.
Este problema todavía es más acusado para aquellos usuarios vulnerables de la vía, como ciclistas o peatones, que son los más afectados por este tipo de accidentes en la ciudad.
Para conseguir reducir este riesgo, en Copenhague se ha apostado por implantar un novedoso sistema de alumbrado inteligente, que se active en situaciones necesarias, como por ejemplo en cruces peligrosos cuando se detecta que hay cerca ciclistas o vehículos, o cuando hay poca visibilidad, de forma que siempre haya una iluminación suficiente cuando sea necesario. Al activarse únicamente en situaciones necesarias, también se evita el gasto elevado de tener la iluminación siempre activa, con lo que es una solución más eficaz que las tradicionales.
De igual forma, el sistema se completa coordinándose con la gestión de semáforos, de forma que cuando las luces del semáforo están verdes para el paso de los ciclistas, se ilumina especialmente su carril, con el objetivo de ser más visibles y evitar problemas.
Un sistema de iluminación a demanda de las necesidades reales del tráfico, el día y la hora, es una solución eficaz, que hace un uso de los recursos necesarios, y que puede contribuir a reducir el número de accidentes cuando la visibilidad de la ciudad es más escasa.