El tráfico en las grandes ciudades puede provocar, sobre todo en determinados momentos del día, unos niveles de ruido que van más allá de la simple molestia o incomodidad. Está demostrado que el ruido excesivo producido por el tráfico rodado en la ciudad puede tener efectos nocivos en las personas y es fuente de varios trastornos de tipo nervioso, auditivo e incluso cardiovascular. Según datos de la OMS, el 1,8% de los ataques al corazón en los países europeos de se puede atribuir a niveles de ruido del tráfico superiores a los 60 decibelios (dB).
Lo que no conocíamos era que este ruido puede ser fuente de inspiración para algunos artistas. Durante esta semana, el alemán Florian Tuercke, ha estado recorriendo las calles de la ciudad de Zaragoza con una furgoneta que es como un laboratorio musical ambulante. Dotada de unos instrumentos desarrollados por él mismo y algunos específicamente para la ocasión (Z-Unit) ha captado los sonidos de la ciudad, entre ellos los del tráfico urbano, para convertirlos en música.
Unos dispositivos (instrumentos de cuerda) diseminados por distintos rincones de la ciudad captan los sonidos provocados por los coches, el paso de los autobúses o el tranvía. Gracias a un mecanismo electromécanico se hacen vibrar las cuerdas de los instrumentos cuyos sonidos son recogidos por la antena de la furgoneta para ser grabados y escuchados.
El resultado son unos aleatorios sonidos relajantes que los ciudadanos pueden acercarse a escuchar, muy distintos a los molestos originales. Además, el artista va a desarrollar unos talleres artísticos para que los ciudadanos propongan sus propias creaciones seleccionando el rincón de la ciudad donde se produzca algún ruido característico que desee captar y modificar. Con todo ello elaborarán un mapa interactivo con todas las muestras y composiciones. Finalmente el día 27, el artista ofrecerá un concierto en ETOPIA-Centro de Arte y Tecnología con entrada libre.
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