Un recubrimiento para carreteras de hormigón capaz de autorreparar las grietas


Hace unos pocos días hablamos en Tecnocarreteras de un pavimento que era capaz de autorrepararse gracias a unas partículas añadidas al betún. En esta misma línea hemos conocido, según un artículo publicado por la American Chemical Society, que científicos surcoreanos han desarrollado un recubrimiento para infraestructuras de hormigón que es capaz de reparar los pequeños daños y grietas que se van formando en la superficie.

En una infraestructura viaria de hormigón como carreteras o puentes, las grietas que se generan en la superficie pueden hacer que penetren en la estructura sustancias que contribuyan a deteriorar gravemente el interior como iones cloruro provenientes de la sal utilizada para evitar placas de hielo o dióxido de carbono.

Por ello, estos científicos de la Universidad de Yonsei, encabezados por el profesor Chan Chung-Moon, han desarrollado un recubrimiento formado por unas microcápsulas que contienen una solución que al contacto con la luz del sol se solidifica. Aplicando este recubrimiento a la superficie de la estructura viaria permite que al formarse una grieta en el hormigón, se libere la solución sobre la grieta, la rellene y posteriormente la luz del sol provoque que se solidifique y se selle la grieta evitando que el agua y otros agentes puedan penetrar más adentro y deteriorar la estructura interna de la vía.

El polímero del que están rellenas las microcápsulas tiene la propiedad de no congelarse a bajas temperaturas y no ser perjudicial para el medio ambiente. Las investigaciones han demostrado que el recubrimiento se mantiene en buen estado durante un periodo de un año. La labor que los científicos están desarrollando en la actualidad es encontrar la mejor composición del recubrimiento que permita darle una vida útil más larga y así que el coste de aplicación del mismo sea asumible.

Avances que permitan conservar durante más tiempo y en mejores condiciones las infraestructuras se antoja fundamental en épocas en la que la inversión en conservación se reduce como consecuencia de la situación económica.