La noticia de que el Gobierno plantea instalar paneles de velocidad variable en las autopistas y autovías españolas, que indicarán la velocidad máxima a la que se puede circular por las mismas en función de las condiciones en las que se encuentre la vía en cada momento (determinadas por el tiempo o estado de la misma) es, sin duda, un importante paso dado en la buena dirección.
Desde hace tiempo venimos reclamando en este blog que es necesario empezar a sacar partido real a la tecnología ya existente, y que la Administración debe apostar de una forma más valiente por el uso de nuevas soluciones que mejoren el servicio que ofrecen.
Si hasta ahora toda la información recibida por los sistemas tecnológicos únicamente servía para tomar medidas a posteriori, esta primera acción del gobierno debe ser el comienzo de una serie de medidas que permitan aprovechar en tiempo real los datos recibidos (de los múltiples dispositivos implantados para obtener información), y mejorar de esta forma el tráfico y la información suministrada a los conductores. Para ello, ¿qué pasos se deberían seguir dando en esta buena dirección?
- 1.- Suministrar a los ciudadanos, de una forma accesible, la información que se tiene y puede resultar de interés: visualización de las cámaras, información de las estaciones meteorológicas y conocimiento del tráfico actual en todo momento.
- 2.- Continuar la adaptación hacia sistemas dinámicos (señales y avisos), que varíen en función del estado y condiciones exactas de la vía. Esto implicará también realizar cambios en otros dispositivos, como radares, que deberán tener en cuenta el límite de velocidad fijado en cada momento.
- 3.- Apostar por innovadoras soluciones que ofrecen ventajas respecto a lo actual:
- Marcas viales que cambian de color con la temperatura, alertando cuando la carretera está helada.
- Badenes que sólo se activan cuando la velocidad del conductor es superior a la indicada.
- 4.- Sustitución de los tradicionales sistemas «fijos» por elementos inteligentes que junto con su función asignada, puedan ofrecer funcionalidades extra, como por ejemplo la barrera de seguridad Smart RRS, que permite informar automáticamente cuando recibe un choque, para poder actuar.
- 5.- Ofrecer a los ciudadanos una información mucho más detallada de los puntos problemáticos de la red de carreteras (los tramos de concentración de accidentes), y del estado exacto de obras (actuales y previstas a realizar) y demás incidencias que puedan requerir.
- 6.- Apostar por una integración metodológica de las señales y marcas viales con el resto de Europa, para establecer las condiciones que deben cumplir, con el objetivo de facilitar el desarrollo de sistemas inteligentes en los vehículos que puedan detectar automáticamente la información ofrecida, y proporcionársela al conductor.
En definitiva, ahora mismo ya contamos con un elevado número de sistemas y dispositivos que ofrecen información, y queda dar el siguiente paso, ir hacia un entorno en el que todo esté comunicado, y en el que la información pueda ser obtenida por todos.