El progresivo encarecimiento del petróleo y el aumento de la conciencia social sobre la necesidad de buscar alternativas más sostenibles al automóvil tradicional, están sentando las bases que pueden permitir que por fin el coche eléctrico se convierta en una alternativa viable.
Para conseguir que el coche eléctrico pueda reemplazar al coche tradicional, uno de los elementos más críticos son las baterías, que deben ser optimizadas. En la actualidad, las baterías basadas en carbonato de litio son la gran esperanza de la industria del automóvil para la popularización del coche eléctrico, debido a que pueden almacenar más energía que las de plomo-níquel, son más ligeras y se descargan muy poco si no se usan.
Por este motivo, en la actualidad los grandes fabricantes de automóviles han fijado su vista en los países productores de Litio que cuentan con mayores, que de nuevo se encuentran en Latinoamérica, en este caso en lo que ya se conoce como el «triángulo del litio», formado por Bolivia, el norte de Chile y el noroeste de Argentina, que cuentan con el 85 % del litio del mundo.
Para tratar de reducir la dependencia de esta materia prima y prevenirse ante su posible escasez, en Estados Unidos ya se está trabajando para desarrollar plantas de reciclaje de baterías de iones de litio de vehículos eléctricos. De todsa formas, esperemos que en el futuro no volvamos a tener el problema de depender tan exclusivamente de un recurso limitado