Si hace unos días hablábamos en este blog del modelo de bicicleta autoiluminada revolight, hoy vamos a presentar otras dos nuevas innovaciones que nos hemos encontrado, para mejorar la seguridad de nuestros ciclistas.
No es extraño que cada vez estemos viendo más dispositivos que vayan en esta línea, ya que los ciclistas son posiblemente el elemento más vulnerable de nuestras carreteras, debido a su fragilidad (al no ir dentro de ninguna estructura), y principalmente a que muchas veces son difíciles de ver por parte de los conductores. Precisamente, para mejorar esta visibilidad, surgen estos dos nuevos desarrollos:
- El sistema Blaze, desarrollado por la estudiante de la Universidad de Brighton Emily Brooke, alerta a los conductores de la presencia de un ciclista al proyectar una imagen láser en la carretera en frente de la bicicleta. El dispositivo se monta en el manillar de una bicicleta, moto o scooter, desde donde se dispara un haz de luz verde (carril compartido) que proyecta un símbolo en la carretera, varios metros por delante del ciclista. Ese símbolo es visible incluso de día, y se puede incluso poner en modo parpadeante. La idea es que los automovilistas, incluso si no ve al ciclista porque se encuentra en el ángulo muerto de su retrovisor, visualizarán la imagen proyectada en el camino y podrán intuir que un ciclista se encuentra detrás o junto a ellos.
- Por su parte, el dispositivo LightLane (que sirvió de inspiración en el desarrollo de Blaze), se trata de un sistema inteligente que utiliza el láser para proyectar detrás y alrededor del ciclista un carril bici virtual en el suelo. LightLane se instala bajo el asiento de la bicicleta y proyecta un haz de hasta tres metros detrás del usuario, dando a los demás conductores una guía visual clara (por la noche) para garantizar que permanecen lo suficientemente alejados de los ciclistas.
Dos mecanismos que harán más visibles a los ciclistas, y esperemos ayuden a reducir el número de sus accidentes.