Los sistemas de reconocimiento automático de matrículas tienen el objetivo de detectar de un modo fiable la matrícula de un vehículo al que se le ha realizado una fotografía, convirtiendo la imagen en una información útil concreta (los dígitos y caracteres de la matrícula). Estos sistemas se utilizan en un número importante de escenarios, siendo los más habituales los parkings, o los radares de carreteras.
El funcionamiento del sistema comienza con la captura de la imagen del vehículo (de la zona de la matrícula), realizada mediante una cámara implantada (generalmente con iluminación infrarroja, para permitir que se pueda tomar la fotografía en cualquier momento del día).
Una vez tomada la fotografía, es necesario interpretarla para poder determinar los números y caracteres que figuran en la imagen. Esta interpretación, se conoce como OCR (Reconocimiento Óptico de Caracteres), y se realiza por un sistema informático al que se le envía la imagen.
El sistema de Reconocimiento Óptico de Caracteres identifica los símbolos o caracteres que pertenecen a un alfabeto concreto, a partir de la imagen procesada, y almacena la información de los caracteres para su uso posterior. Partiendo de una imagen con una calidad normal, el sistema reconoce los caracteres existentes comparándolos con los patrones o plantillas con que cuenta, para conseguir asociarlos. El proceso de Reconocimiento se basa en 5 etapas:
-> Binarización, para convertir la imagen (en color o en escala de grises) en una imagen binaria, con únicamente los colores blanco-negro, en la que se marquen claramente los contornos de los caracteres.
-> Segmentación, que se trata de la detección de los contornos o regiones independientes de la imagen.
-> Adelgazamiento de los componentes, borrando aquellos puntos de los contornos que se pueden eliminar de forma que la imagen siga manteniendo su tipología.
-> Comparación de los caracteres obtenidos con los patrones almacenados en la base de datos, para determinar los caracteres finales existentes.
La mejora inherente a los sistemas de visualización de imágenes, permiten reducir los errores más habituales en la captura de las mismas (que impedían un posterior reconocimiento), asociados a la mala calidad de las fotos tomadas (borrosas o poco reconocibles). Esto, unido a los sistemas software y hardware existentes hoy en día para el tratamiento de imágenes, hace que cada día sea mayor el porcentaje de reconocimientos correctos, ofreciendo un proceso que ahorra un valioso tiempo a las autoridades.
Cuando el sistema a pesar de todo lo indicado anteriormente, no es capaz de descifrar con certeza la matrícula, emite un aviso para que pueda ser consultada manualmente, y se pueda incorporar al sistema una vez comprobada por el usuario autorizado.