Las estaciones de aforo son unos dispositivos que se implantan en las carreteras con el objetivo de contabilizar el número de vehículos que pasan por el punto concreto en que se encuentran, permitiendo diferenciar el tipo de vehículo (vehículos pesados o vehículos ligeros), o la velocidad media de paso de los mismos.
Esta información suministrada permite a los responsables de las carreteras planificar las inversiones y mejoras a realizar en las diferentes carreteras, en función del tráfico soportado (información obtenida de las estaciones de aforo), junto con otros aspectos que son tenidos en cuenta (factores medioambientales, necesidades particulares de cada zona y presupuesto con el que se cuenta).
Las estaciones de aforo implantadas en la actualidad, ofrecen la posibilidad de enviar los datos de manera automática (vía GSM o GPRS) a algún centro de control, lo que permite conocer en todo momento el tráfico existente en las diferentes zonas donde están instaladas. Un análisis estadístico de este tráfico posibilita la planificación eficiente de las obras en las carreteras en los momentos de menor tráfico, así como una planificación y mejor atención de las posibles emergencias. De la misma manera, la información suministrada relativa al tipo de vehículos que pasan por una carretera correspondiente (fundamentalmente cuando el tipo de vehículo más habitual es de los considerados «pesados»), permite establecer prioridades en la modificación de los trazados, para cubrir las necesidades existentes.
Los modelos más habituales de estaciones de aforo implantadas en la actualidad se basan en un pareja de espiras electromagnéticas instaladas en cada carril de la calzada, que detectan el paso y la presencia del vehículo, calculando una serie de datos de interés (peso, longitud, velocidad o calzada), que posteriormente serán enviados a un centro o sistema de control, para la visualización gráfica y el tratamiento de toda esta información.
Estas estaciones tienen un bajo consumo de energía, aunque se recomienda su conexión a la red eléctrica frente a otras alternativas (alimentación a través de un panel solar, por ejemplo), para asegurar su correcto funcionamiento en todo momento.