La gestión de las infraestructuras de manera eficiente es uno de los retos que deben afrontar los responsables de las ciudades inteligentes. Parte de estas infraestructuras son propiamente los grandes edificios e inmuebles como sedes de administraciones públicas, teatros, museos u hospitales. Pero también los edificios privados como los grandes centros comerciales o bloques de oficinas pueden y deben poseer las herramientas tecnológicas que permitan ser gestionados convenientemente dentro del contexto de una smartcity.
Pensemos en la dificultad que puede conllevar que todo en un gran edificio funcione correctamente. Existen en ellos sistemas complejos de ventilación, de videovigilancia, de suministro eléctrico, escaleras mecánicas o ascensores que pueden dejar de funcionar, pero también pueden surgir, como en cualquier hogar, roturas en cosas tan sencillas como puertas, ventanas, tuberías, grifos o baldosas. Tradicionalmente para resolver estos problemas se ha recurrido a los empleados de mantenimiento para realizar las reparaciones oportunas según van siendo necesarias.
Con la llegada de las nuevas tecnologías estos procesos se han ido modernizando, por una parte, porque la complejidad de los edificios e instalaciones ha ido aumentando, y por otra, y estrechamente ligada a ésta, porque es necesario optimizar los costes y personal para obtener el mejor mantenimiento posible al menor precio.
De estas necesidades surgió un nuevo modelo de gestión para estas infraestructuras conocido como Facility Management que podríamos definir como un modelo de gestión de los recursos inmobiliarios que tiene como objetivo asegurar el correcto funcionamiento del edificio a través de la integración de personas, procesos y tecnología.
ITERNOVA ha decidido aprovechar su amplio conocimiento en la gestión de carreteras e infraestructuras viarias para desarrollar un sistema capaz de dar seguimiento y optimizar las tareas relacionadas con Facility Management.
Fruto de este desarrollo ha creado SmartFacilities, un sistema web que permite, entre otras cosas.:
- Registrar y controlar todas las incidencias surgidas en los espacios gestionados
- Localizarlas con precisión, que es muy necesario en espacios interiores donde no funcionan los sistemas de posicionamiento por satélite como el GPS
- Establecer una agenda con las tareas de conservación y reparación a realizar
- Controlar la ejecución de las tareas dentro de los tiempos establecidos en las cartas de servicios
- Recopilar la información del cumplimiento de los distintos estándares y conocer mediante indicadores si la gestión está siendo adecuada
- Gestionar los costes asociados a cada operación, controlando los operarios que han realizado las distintas labores y el material empleado
- Mantener un inventario actualizado de todos los elementos del edificio con su estado de conservación, pudiendo realizar inspecciones sobre ellos para detectar posibles deficiencias y subsanarlas
En definitiva, un completo sistema, robusto, escalable y multiplataforma que se adapta a las necesidades que se pueden requerir para gestionar el mantenimiento completo de edificios e infraestructuras. Un magnífico ejemplo de cómo la experiencia en gestión de carreteras puede servir de base para crear sistemas de gestión del resto de elementos que integran las ciudades inteligentes.