Como cada mes de enero, se ha celebrado una nueva edición del International Consumer Electronics Show (CES), es decir, la Feria Internacional de Electrónica de Consumo que desde 2005 convierte a Las Vegas en el centro mundial de la tecnología por unos días. Allí, más de 3000 expositores han presentado las últimas novedades que las empresas van a poner a disposición de los clientes en distintas áreas, entre ellas, la del automóvil.
Es esta edición, el fabricante de automóviles Toyota, ha revelado su último avance en seguridad activa del automóvil. Se trata de lo que llaman Concepto de Gestión de Seguridad Integrada, que engloba a las personas, los vehículos y el entorno de conducción.
El sistema se ha desarrollado en un vehículo Lexus LS al que se le ha incorporado una serie de sensores y cámaras para crear un sistema diseñado para ayudar al conductor a evitar o mitigar las colisiones con otros vehículos o peatones, en una amplia franja de velocidades e incluso en condiciones de nocturnidad.
Los dispositivos instalados en el vehículo son capaces de escanear movimientos de objetos a su alrededor, identificar las luces de los semáforos y comprobar la trayectoria del vehículo en la carretera. Para ello va equipado con:
- Light Detection and Ranging (LIDAR), un láser de seguimiento de 360º en el techo del vehículo que detecta objetos alrededor del coche hasta unos 70 metros.
- Tres cámaras de alta definición capaces de detectar objetos a unos 150 metros de distancia, incluyendo la detección de luces de semáforos utilizando la cámara frontal y la aproximación de vehículos con las las cámaras laterales.
- Radares en la parte frontal y los lados que miden la ubicación y la velocidad de los objetos creando un campo de visión virtual en los cruces.
- Un indicador de distancia situado en la rueda trasera que mide el trayecto y velocidad del vehículo.
- Una unidad de medición inercial en el techo que mide los cambios de aceleración y el ángulo para determinar el comportamiento del vehículo.
- Antenas GPS para estimar el ángulo y rumbo del vehículo.
En base a la velocidad, la posición, la trayectoria y los objetos circundantes el sistema es capaz de prever una colisión. En ese caso, alerta al conductor con un sonido de advertencia y en el panel de control se enciende una señal lumínica de «freno». Al mismo tiempo, los diferentes sistemas integrados se activan automáticamente para aumentar la rapidez de dirección, el control de la suspensión y la eficacia de los frenos. Los amortiguadores se endurecen para ayudar a controlar el vehículo y automáticamente se activan los pre-tensaores del cinturón de seguridad. Si se considera necesario por el sistema, los frenos se activan automáticamente para reducir la velocidad en caso de impacto inminente.
Esperemos que este tipo de sistemas puedan llegar a integrarse en los modelos comerciales en un futuro no muy lejano para lograr evitar una buena parte de los accidentes de tráfico.