Reciclando el aceite de cocina para convertirlo en combustible


El reciclado de material de deshecho es una práctica que, además de resultar enormemente beneficiosa para el medio ambiente, permite sacar un provecho económico de productos que de otra forma se convertirían automáticamente en residuos.

Uno de los mayores expertos en el reciclado de residuos alimenticios es el joven español Rafael Luque, Doctor en Química Orgánica por la Universidad de Córdoba, que a sus 33 años fue galardonado por el Ministerio de Investigación de Alemania con el premio Green Talent 2011 que reconoce a aquellos jóvenes científicos que destacan en el campo de la investigación de la sostenibilidad.

Los trabajos reconocidos de Rafael Luque se centran en cómo convertir los residuos de biomasa y restos alimentarios en materia prima para la producción de otros materiales, productos químicos y energía. A partir de esos restos alimenticios, como aceites vegetales utilizados para freir, ha logrado obtener biocombustibles válidos para ser utilizados en coches comerciales preparados para ser alimentados con biodiésel o etanol.

Además, sus investigaciones han servido para descubrir una familia de materiales porosos muy versátiles que ha denominado Starbon que actúan como catalizadores de las reacciones químicas y sirven para transformar la biomasa. A partir de ello es capaz de crear plásticos biodegradables a los que puede darse cualquier tipo de uso, como por ejemplo cajas o botellas, que posteriormente pueden desecharse junto con la basura orgánica, ya que son capaces de degradarse sin crear ningún tipo de contaminación.

Para el Doctor Luque los residuos son más un recurso que un problema, y como recurso, hay que tratar de sacar el mayor provecho posible de ellos, una línea de investigación que ya hemos visto en Tecnocarreteras en otras ocasiones, como cuando mostramos el artículo de conversión de residuos de la cerveza en biocombustible.