¿Cómo fomentar el uso del coche eléctrico?


A pesar de que en los últimos tiempos tanto los ciudadanos como los Gobiernos están cada vez más concienciados en la defensa del medio ambiente, y en el caso español, en la necesidad de ser más independientes del petróleo, vemos que el uso del coche eléctrico no está teniendo la demanda deseada.

Vamos a intentar explicar las causas que están impidiendo este despegue, para tratar de concienciar a los responsables en subsanar las mismas, y permitir que el coche eléctrico sea una realidad cotidiana en un futuro cercano.

    1.- No hay suficientes puntos de recarga: Este es el primer problema al que se debe dar solución completa si se quiere apostar por estos vehículos. Hay que tener en cuenta que el coche eléctrico solo será viable si la gente tiene la certeza de contar con espacios de recarga por todo el país, de una forma similar a las gasolineras actuales. Para hacernos una idea de la problemática existente, actualmente hay unos 500 puntos de recarga en toda España, y las necesidades reales podrían rondar los 300000. Esta altísima diferencia, hacen que en la actualidad sea casi una utopía apostar por este modelo.
        -> Soluciones: Apoyar la implantación mediante ayudas a las empresas, o bien mediante la instalación (con dinero público) de estos sistemas de recarga. En San Francisco (EEUU) han entendido que este es el principal problema, y van a instalar (con fondos públicos) 2.750 estaciones de recarga en su ciudad, que además permitirán a los ciudadanos recargar de forma gratuita el coche hasta el año 2013. En España se están empezando a fomentar los postes de recarga, pero todavía como hemos visto anteriormente, hacen falta muchos más.
 
    2.- El coste del vehículo: Este es un punto a favor de coche eléctrico. Aunque actualmente, debido a su baja producción, el coste de un coche eléctrico es unos 7000 € más caro que el de uno tradicional (con unas características similares), hay que tener en cuenta una serie de factores que hacen que a medio plazo sea mucho más barato:
        -> Subvenciones a la adquisición de estos vehículos, que rondan esos 7000 € de diferencia comentados, con lo cual equilibran el coste.
        -> Mínimo consumo de energía, lo que lleva a un gran ahorro del vehículo en todo su ciclo de vida. El coste de recarga de estos vehículos ronda 1€/100 kms, mientras que el coste de un vehículo normal ronda los 7 €/100 kms, lo que a la larga supone un grandísimo descuento.
        -> Mantenimiento mucho más económico que un vehículo tradicional, al no necesitar cambios de aceite, tener un motor más sencillo y carecer de embrague.

    3.- Miedo ante la novedad, asociado al desconocimiento existente de cómo se recarga el vehículo, y a la certeza de su funcionamiento. Estos miedos solo se pueden vencer con campañas promocionales acertadas, y con la subsanación de los problemas existentes que llevarán al fomento del uso de estos vehículos por los early-user, y estos tirarán del resto.

    4.- Otros Inconvenientes asociados al vehículo eléctrico:
        -> Tiempos de recarga, que pueden rondar las 4-6 horas, si se hace desde el garage de cada (que debe contar con un enchufe eléctirco), o cercanos a los 30 minutos desde alguna estación de recarga. En todo caso, son tiempos demasiado excesivos, aunque estamos convencidos que se irán reduciendo.
        -> Autonomía en carretera, que es mucho más limitada que en los vehículos normales, rondando los 170 kms).
        -> Soluciones: Junto con la propia mejora que tendrán los medios de recarga, ya están surgiendo carreteras que permitirán cargar los vehículos eléctrico a su paso, lo que puede suponer un gran impulso para éstos.

Visto lo visto, ¿podemos decir que compensa conducir un vehículo eléctrico? Pues compensa completamente desde un punto de vista ecológico (produce cuatro veces menos C02 que los tradicionales, y una contaminación acústica casi nula), y si se usa para trayectos urbanos.
En otros casos quizás todavía no compense (son mayores los problemas asociados), y es precisamente por esto, por lo que hay que tratar de solucionar estos inconvenientes, porque de lo que no hay ninguna duda es que estos vehículos van a ser (y deben de ser) el futuro de nuestra automoción.