En épocas de crisis es necesario optimizar al máximo los gastos, pero intentando mantener el servicio deseado. Si hasta ahora los sistemas utilizados para detectar los vehículos que pasaban en rojo un semáforo precisaban de obras en el pavimento (los viejos detectores de metal instalados en las calzadas), o interconexión con los semáforos para saber su estado, gracias al sistema BirdWatch, basado únicamente en una cámara cuyo sistema experto reconoce cuándo un vehículo está pasando el semáforo en rojo, se puede obtener este servicio de una forma mucho más económica.
El sistema, que por sus reducidas dimensiones (es una cámara inteligente) puede ser colocado en cualquier lugar que tenga visibilidad al semáforo (por ejemplo la farola más cercana), integra en el dispositivo todo lo necesario para garantizar su correcto funcionamiento: cámara (para grabar el paso del coche y poder observar de forma automática el color del semáforo y la matrícula del vehículo), iluminación (por si estamos de noche), procesador (donde se analiza la información y se toman las decisiones correspondientes) y comunicación (para el envío de los avisos o notificaciones).
Aunque el uso originario del sistema fue el control de los vehículos que se saltaban el semáforo en rojo, se le están incorporando nuevas funcionalidades para su uso en otras circunstancias, como la información en tiempo real del tráfico (vehículos que pasan por una zona, velocidades medias, etcétera), ya que la base del sistema es la misma.
Es precisamente esta sencillez de uso y facilidad de implantación la que está permitiendo que el sistema se esté popularizando por toda Europa, y esté comenzando en estos momentos su implantación por Latinoamérica.