Reducir el número de accidentes de tráfico es una de las prioridades más generalizadas a nivel mundial, donde organismos tan diversos como la ONU, la Unión Europea o las administraciones de los diferentes países están desarrollando planes, herramientas y programas que permitan mejorar la seguridad en las carreteras.
En el caso de la Unión Europea, sus esfuerzos se han centrado en desarrollar sistemas inteligentes para integrarlos en los vehículos, de forma que se refuerce la seguridad y eficiencia de los mismos. Para ello, lanzaron hace unos años el proyecto Eurofot (European field-operational test on active-safety functions in vehicles), con una dotación económica cercana a los 14 millones de euros.
Varias han sido las tecnologías desarrolladas en el marco de este proyecto, que en la actualidad están siendo testadas en un entorno real (comparando, en escenarios similares, los resultados en vehículos que integran estos equipos y en los que no):
- ACC. que avisa al vehículo cuando no mantiene una distancia de seguridad adecuada con el vehículo de delante, o el de atrás.
- CSW, un sistema de aviso de velocidad en las curvas, en función del tipo de curva tomada.
- BSD, para facilitar la detección de objetos en el ángulo muerto del retrovisor.
- Tecnología más avanzada de navegación.
- Sistemas para la gestión y consumo más eficiente de combustible.
Las primeras pruebas realizadas ofrecen resultados muy positivos, indicando, por ejemplo, que la instalación de sistemas de aviso como los indicados del tipo ACC, permitirían reducir en casi un 6 % el número de accidentes mortales en autopistas, lo que tendría también asociado una menor congestión de las mismas (al eliminar los atascos producidos por estos accidentes).
La implantación de este tipo de tecnología permitirá al conductor sentirse más seguro y cómodo en el vehículo, reduciendo el número de accidentes en las carreteras, con las importantes ventajas sociales y económicas que conlleva, y acercando a los países a cumplir las metas definidas en el Programa de acción Europea para la Seguridad Vial 2011-2020, que busca reducir a la mitad el número de víctimas mortales en las carreteras.