Existen zonas de la carretera donde es especialmente peligroso que el conductor no vea bien la señal, como las entradas de una autovía o autopista en las que un error puede hacer que el conductor se incorpore por dirección contraria.

Para solucionar este problema se ha desarrollado un programa piloto en algunas zonas conflictivas de estas características (accesos a autovías o autopistas donde hay un importante número de conductores que entran por el lugar equivocado) de los Estados Unidos, con el objetivo de determinar las medidas que pueden ser más eficaces.

El programa piloto demostró que una de las medidas más sencillas pero eficaces para reducir estos problemas era colocar reflectores en las señales que avisaban a los conductores cuando estaban entrando en la carretera por el sentido equivocado, lo que consiguió reducir en un 44 % el número de infracciones de este tipo. Estas señales luminosas conseguían captar mucho mejor la atención del conductor, de manera que se evitaba su posible error.

Comprobar que esta medida, sencilla y barata, es tan eficaz ha llevado generalizar su uso en muchas más zonas, y se está comenzando su implantación a nivel nacional.