Pavimentar con corcho

Curiosidad: Descubre por qué se decidió pavimentar con corcho una calle en Madrid a finales del SXiX


A través del boletín semanal de la Plataforma Tecnológica de la Carretera llegamos a una curiosa noticia publicada por el diario ABC: El día, a finales del siglo XIX, que el Ayuntamiento de Madrid decidió pavimentar una calle – en concreto la del Arenal – con corcho para reducir el ruido ocasionado por el paso de los carruajes.

Esta curiosa historia comienza, según se indica en el blog ?secretos de Madrid?, en febrero de 1896, cuando desde el Ayuntamiento de Madrid se redacta una propuesta que buscaba poner remedio al considerable ruido causado por el paso de carruajes y animales, y las molestias que eso ocasionaba en la ciudadanía. Después de consultar a los expertos de la época, se decide que la mejor solución consiste en pavimentar las calzadas con corcho, un material que además era muy abundante en España.

Por suerte, desde el Ayuntamiento fueron previsores de que era necesario validar sobre un terreno acotado el planteamiento, y para ello, a modo de prueba piloto, se decidió pavimentar con corcho una calle céntrica y muy transitada, como es la calle Arenal. La idea era que, si como parecía según los experimentos realizados, se conseguía reducir el ruido de forma considerable sin tener otros problemas, poder pavimentar toda la ciudad de Madrid con este sistema.

Aunque al principio el invento funcionó bastante bien, y redujo considerablemente el nivel de ruido en la calle, pronto se vio que los estudiosos no habían tenido en cuenta un fenómeno meteorológico tan habitual como es la lluvia. Con la primera tormenta que asoló la calle, el corcho comenzó a deshacerse de una forma muy rápida, por lo que pronto se tuvo que tomar la medida de volver al escenario original, ya que en este caso, era mucho peor el remedio que la enfermedad.

Ha tenido que pasar mucho tiempo para que los comerciantes y residentes de la calle Arenal hayan podido ver cumplido su sueño de no tener que soportar tanto ruido, pero en esta ocasión no ha sido debido a la aparición de nuevos materiales surgidos en el SXXI, ni a innovadores sistemas, sino a una medida más básica, pero más eficaz: la peatonalización de la vía. Al final, después de tantos esfuerzos, al menos se ha conseguido el resultado buscado.