Destacábamos ayer la importancia de que las administraciones y organismos competentes ofrezcan facilidades, como es el caso del Departamento de Transportes de Estados Unidos, para el desarrollo de tecnologías que puedan incorporar los vehículos con las que mejorar la experiencia de conducción a la vez que se aumenta la seguridad vial. Por eso celebramos la noticia de que la Comisión Europea financie un gran proyecto de investigación sobre conducción autónoma que va a desarrollarse durante los próximos 42 meses.

Denominado AdaptIVe (Automated Driving Applications & Technologies for Intelligent Vehicles), es decir, Aplicaciones y Tecnologías de Conducción Autónoma para Vehículos Inteligentes tiene el objetivo de lograr avances innovadores sobre conducción autónoma para que sea más eficiente y segura.

En el proyecto, que está liderado por Volkswagen, participan 29 entidades, entre ellas los principales fabricantes de vehículos como BMW, Fiat, Opel, Peugeot, Volvo o Ford además de los proveedores de tecnología para automóviles como Bosch o Continental junto a prestigiosos institutos de investigación.

Según los responsables del proyecto, los vehículos autónomos y las tecnologías desarrolladas contribuirán a mejorar la seguridad vial, ayudando a los conductores y reduciendo al mínimo los errores humanos. A su vez, se conseguirá un flujo de tráfico más fluido y eficiente, reduciendo las variaciones de velocidad. Los elementos a desarrollar incluyen desde sensores y dispositivos de a bordo hasta sistemas de comunicación y colaboración V2V y V2I.

El proyecto también va a abordar los aspectos legales a los que han de enfrentarse los fabricantes y las administraciones, en particular a las responsabilidades derivadas de la introducción de estos sistemas en el tránsito por carretera.

El proyecto, que cuenta con una financiación de 25 millones de euros, se va a llevar a cabo principalmente en el MobileLifeCampus en Wolfsburgo.