Un reciente estudio realizado en la Universidad de Drexel demuestra que muy pronto se podrían utilizar pequeñas bacterias para mejorar el mantenimiento de las carreteras, en concreto solucionar el deterioro que provoca en ellas el uso que se hace de la sal en épocas de nieve.
Las sales utilizadas (cloruro de calcio) para eliminar la nieve y hielo de la carretera, en ocasiones provocan un deterioro de las mismas, formado grietas y problemas. Precisamente en este punto incide la investigación desarrollada por los ingenieros de la Facultad de Drexel, que muestran cómo la mezcla de un tipo especial de bacterias en el hormigón puede reducir la formación de estas grietas.
Los investigadores llegaron a su teoría mientras estudiaban una cepa de bacterias llamada Sporosarcina Pasteurii. Estas bacterias son responsables de la formación de carbonato de calcio, llamado «cemento de la naturaleza», que mantiene unidas las formaciones de roca y suelo del conglomerado y también es un ingrediente en la piedra caliza y el mármol.
Durante la última década, se han estudiado bacterias como la Sporosarcina Pasteurii para su uso en la reparación de grietas en estatuas, y más recientemente, como una opción ambientalmente sostenible para hacer ladrillos. Pero los investigadores de Drexel se dieron cuenta de que también podía ser muy útil para prevenir la formación de las grietas.
Además, debido a que las bacterias se producen en la naturaleza y no son patógenas, serían una solución óptima para prevenir el deterioro de las carretera, sin perjudicar el medio ambiente.
El estudio completo se puede obtener en la siguiente dirección: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0950061818324334