Con la progresiva mejora de los sistemas de visión artificial y reconocimiento de imágenes, algunos procesos tradicionales de inspección, que requerían del operario, se están comenzando a automatizar.
La inspección de firmes (o de señales), o la creación de un inventario inicial de la carretera, donde además se suma a lo anterior la enorme cantidad de espacio que hay que controlar, es un escenario ideal donde la tecnología puede facilitar los trabajos.
El proceso que sustituye al tradicional, del personal teniendo que ir sitio a sitio, consiste en un vehículo equipado con una cámara (que puede ser perfectamente la de un teléfono móvil), que vaya grabando (con geolocalización) todo el trayecto.
Esta grabación luego es procesada por los sistemas automáticos, donde la mayor o menor precisión de sus mecanismos de reconocimiento de imágenes pueden conseguir automatizar más o menos el proceso, y generando automáticamente mapas con toda la información (sobre el estado de la vía, sobre los elementos de la misma, o sobre cualquier información obtenida y registrada).
De esta forma se consigue reducir el coste de mantenimiento e inspecciones, aumentar la frecuencia de las mismas, y tener sistemas actualizados en todos los sentidos. Sin duda, el futuro de las inspecciones hará cada vez más uso de este tipo de tecnología.