Para controlar el enorme tráfico que hay en horas punta en las principales carreteras de acceso a algunas ciudades españolas, algunas constructoras están planteando la instalación de peajes urbanos dinámicos.
Los peajes dinámicos tendrían el objetivo de homogeneizar mejor el uso de la vía entre las diferentes zonas horarias, para lo cual se incrementaría el coste en aquellos momentos que más tráfico existe en la actualidad, siendo un coste mucho más bajo (o inexistente) en las horas de poca demanda.
Conseguir esta distribución más eficaz del tráfico llevaría asociado dos importantes ventajas: Por una parte, se reducirían los atascos entre un 30 % y un 50 % en horas punta, y por otra, se rebajaría la contaminación (hasta un 15 %) por el mismo motivo.
Igualmente, el retorno económico del peaje podría utilizarse para la conservación de las vías, o el mantenimiento de las carreteras, de forma que el beneficio fuera doble.
El debate se extiende también al uso de peajes urbanos para acceder al centro de las ciudades, sobretodo en horas punta, por los dos mismos motivos (reducir la circulación y la contaminación), y por uno adicional: como método de gestión de la movilidad.
Desde luego, alguna medida hay que tomar para hacer un uso más eficaz de los recursos compartidos (las vías públicas), y ésta de los peajes, al menos debería ser tenida en cuenta (ya que hay numerosos estudios que avalan su eficacia).