Tras desarrollar la mejor tesis doctoral de 2015 (según los premios de la Plataforma Tecnológica de la Carretera) por su trabajo Asphalt rubber mixtures with warm mix asphalt additives, la investigadora Ana María Rodríguez Alloza ha dado un paso más, llevando a la práctica sus investigaciones y creando un nuevo asfalto más ecológico.
Dos son los aspectos que permiten definir a este nuevo asfalto desarrollado como «más ecológico»:
- Utilizar neumáticos ya deshechados para obtener el betún polvo de caucho, resolviendo un doble problema: el reciclaje de los neumáticos y el ahorro de betún.
- Incorpora unas ceras orgánicas que, según leemos, al llegar a su punto de fusión son capaces disminuir la viscosidad del ligante de la mezcla, pudiendo disminuir también la temperatura de fabricación (hasta unos 30 ºC). Esta disminución de temperatura provoca una disminución del consumo de energía necesaria, y una menor emisión de elementos contaminantes a la atmósfera.
El resultado de ambos aspectos (unidos a otros muchos pequeños añadidos), supone contar con un asfalto más ecológico y sostenible, idóneo para su uso, sobre todo en países con el clima cálido (por las mezclas con caucho y ceras orgánicas utilizadas).