La mejora de la seguridad en las carreteras, que permita reducir el número y la gravedad de los accidentes de circulación en las mismas, se ha convertido en uno de los grandes retos de nuestra época, en el que se han involucrado organismos tan diversos como la ONU, con su “Decenio de acción para la seguridad vial 2011-2020”, la UE, con su “Directiva 2008/96/CE sobre Seguridad Vial”, o el Gobierno de España, con el “Real Decreto 345/2011”.
Pocas causas resultan tan loables como las destinadas a salvar vidas, y todas las acciones encaminadas a este fin son, sin duda, de agradecer. Sin embargo, debido a que los recursos económicos con los que cuentan los responsables de gestionar las carreteras son, por su propia naturaleza, finitos, es necesario gestionarlos de forma que se maximicen sus resultados. Si lo anterior debería ser una norma de uso básica en cualquier actividad, se vuelve algo imprescindible en la gestión de la seguridad vial, donde cualquier pequeña mejora puede suponer un enorme impacto a nivel no sólo humano, sino también económico y social.
En esencia, la información que necesita un gestor de la carretera en este campo se basa en conocer dónde actuar – las zonas en las que se puede obtener un mayor retorno en la mejora de la seguridad para los ciudadanos-, y dentro de esas zonas, conocer cómo actuar – las causas principales que ocasionan el peligro, y los medios para poder eliminar dichas causas-. Para obtener esta información, y poder suministrársela de una forma clara al gestor de la carretera, es imprescindible contar con la tecnología que permita gestionar de una forma eficaz la inmensa cantidad de datos con las que se enfrenta un responsable de carreteras en su día a día.
En Iternova, después de meses trabajando en un innovador sistema de I+D+i que se integrara con nuestro Sistema SmartRoads de Gestión Web de Carreteras, podemos decir con orgullo que hemos desarrollado una herramienta que va a facilitar enormemente a los responsables de las carreteras la gestión de la seguridad vial en las mismas, ofreciéndoles en tiempo real el estado exacto de peligrosidad de cualquier tramo de la carretera, e indicándoles las medidas a tomar para reducir riesgos en aquellas zonas que se vislumbran como más problemáticas.
De esta forma, hemos querido aportar también nuestro granito de arena para que todos podamos contar con unas carreteras más seguras, y en un mejor estado de conservación. A partir de ahí, también es necesario incidir en la necesidad de que los conductores respeten las normas, y extremen la precaución, aunque para esta labor de comunicación y concienciación, ya tenemos a organizaciones que la desempeñan de forma muy eficaz.
Y es que, no hay que olvidar que la seguridad en las carreteras depende de todos nosotros, y es necesario que nos impliquemos en esta causa, que a todos nos afecta.