El nuevo escenario que plantean los vehículos autónomos también llevará asociado nuevos retos, muchos relativos a la seguridad y fiabilidad de los mismos, y a cómo evitar posibles ataques al funcionamiento normal.
Sin ir más lejos, leemos en la web autoblog cómo unos investigadores de varias Universidades de EEUU (Washington, Michigan, Stony Brook y California) han sido capaces de engañar y manipular el comportamiento de los vehículos autónomos de una forma muy sencilla: utilizando y colocando pegatinas sobre las señales de tráfico.
Partiendo de un análisis de los algoritmos utilizados por los sistemas de visión de los vehículos para clasificar y entender las imágenes, fueron capaces de manipular de forma extremadamente sencilla esta información, colocando determinadas pegatinas en unas zonas concretas para que el vehículo creyera recibir una información diferente.
A pesar de que ninguna de estas modificaciones sería capaz de engañar al ojo humano, todas ocasionaron errores en los vehículos autónomos, lo que resulta preocupante de cara a su funcionamiento.
Aunque existen ya soluciones para evitar estos errores, y la combinación de información que recibirán los vehículos también de otras fuentes debería llevar a que no aparecieran errores, resulta cuando menos un elemento a tener en cuenta la facilidad con la que se pueden manipular estos sistemas por personas con los conocimientos adecuados.