La popularización de sistemas para compartir vehículo, como Uber o Lyft, podría ser una de las claves para reducir los atascos en las grandes ciudades (y lo que éstos conllevan, como contaminación o perjuicios económicos), según los datos obtenidos del último estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Algunas de las conclusiones obtenidas por el estudio dirigido por Daniela Rus, experta en Inteligencia Artificial del MIT, son las siguientes:
- El uso de sistemas para compartir vehículo podría conseguir una reducción del 75 % de vehículos en la carretera, sin afectar al tiempo de desplazamiento global de la red.
- Utilizando 3.000 coches de cuatro pasajeros se podría dar servicio al 98% de la demanda de taxi en la ciudad de Nueva York, con un tiempo de espera promedio de menos de 3 minutos (en la actualidad hay 14.000 taxis en Nueva York).
- Si los vehículos fueran de 10 plazas, con 2.000 coches se podría cubrir toda la demanda.
La clave de este nuevo sistema es un algoritmo capaz de asignar prioridades y cuadrar rutas, de forma que se consigue una utilización óptima de los recursos (los vehículos) que estarían ocupados por más personas en el trayecto, y no como ocurre en la actualidad generalmente por una sólo.
El algoritmo trabaja en tiempo real para decidir teniendo en cuenta el tráfico en cada momento y las necesidades de los usuarios, pero se ha demostrado tremendamente eficaz en las simulaciones realizadas.
Un transporte más económico, una ciudad con menos tráfico, y un servicio más útil, sin duda algo con lo que todos estaríamos de acuerdo, y una realidad que es posible que esté más cerca de lo que creemos.
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