En la localidad francesa de Yerres acaban de implantar un nuevo sistema, consistente en una cámara y sensores asociados, para detectar los vehículos que se saltan una señal de STOP, y multarlos.
La idea anticipa lo que puede pasar en un futuro, donde semáforos, señales y demás indicaciones obligatorias a cumplir es posible que se asocien con sistemas que permitan determinar de forma automática, sin precisar intervención humana, a los conductores que incumplen las mismas, tomando las medidas – sanciones generalmente – correspondientes.
A pesar de que la generalización de estos sistemas ocasionarán las habituales críticas, que irán desde el «abusivo afán recaudatorio» al complejo del «Gran Hermano que todo lo ve», podría ser una medida que redundara en la seguridad vial de todos. Si los conductores son conscientes de que ninguna infracción cometida quedará impune, seguro que toman más precauciones al volante.
La simplicidad del sistema (técnicamente, se trata de unos sensores, y una cámara que puedan enviar las imágenes a un centro que procese la información), y el bajo coste económico (se recuperaría muy pronto la inversión con las primeras sanciones), lleva a pensar que seguramente pronto veremos alguna de las señales de nuestras ciudades asociadas a estos sistemas de control automáticos.
Si queremos estar más seguros en las calles de nuestra ciudad y en las carreteras, es imprescindible que todos los conductores cumplan las normas de circulación. Será interesante comprobar cómo se aborda este debate por nuestras autoridades.