Debido a que los recursos económicos de los que dispone un gestor de la carretera son siempre limitados, resulta imprescindible conocer los tramos de la carretera sobre los que actuar para obtener un mayor retorno en la mejora de la seguridad para los usuarios.
Está comprobado que las inversiones más eficientes se producen cuando se actúa sobre las zonas más conflictivas de las carreteras (aquellas en las que ocurren un mayor número de accidentes). A modo de ejemplo, podemos indicar que en la red de carreteras española, en un 5% de su longitud se registra el 20% de los accidentes con víctimas, por lo que actuar en estos puntos es prioritario.
Siempre que ocurre un accidente en la carretera, la información asociada (fecha, ubicación, muertos, heridos, tipología, etcétera) se almacena, lo que permite, si se cuenta con los sistemas informáticos de búsqueda apropiados, conocer la información del número de accidentes ocurridos en cada zona de la carretera, pudiendo detectar áreas que presentan una mayor concentración.
Sin embargo, aunque esta información resulta interesante de forma individual, para conocer de forma más precisa las zonas de la carretera más conflictivas, es imprescindible tener en cuenta otros factores, como el tipo de vía o el tráfico existente. Con el objetivo de contextualizar de forma correcta los accidentes, se creó el concepto de Tramos de Concentración de Accidentes (TCA), que son aquellas zonas o tramos de la carretera, de longitud inferior a 3 kilómetros (generalmente se toma como base 1 km), donde se producen un número de accidentes superior al de aquellos tramos de la red con características similares. Está comprobado que la actuación en los TCAs conlleva siempre una alta eficacia.
En la actualidad, las nuevas exigencias marcadas por el Real Decreto 345/2011 (que reflejan a su vez lo indicado por la Directiva Europea 2008/96) obligan a los responsables de las carreteras a adaptar los sistemas utilizados para la gestión de la seguridad vial, para contar con una información mucho más precisa, que les facilite la toma de decisiones correctas en su trabajo diario.
Por este motivo, es importante contar con sistemas tecnológicos que no sólo cubran las demandas indicadas en el Real Decreto, sino que integre toda las funcionalidades que pueden resultar de interés para conseguir mejorar la Seguridad Vial en las carreteras.
¿Cómo debe ser este sistema óptimo de Seguridad Vial?
Mañana mostraremos un decálogo de funcionalidades que deben estar en un sistema óptimo de Seguridad Vial, y que el módulo de Seguridad Vial del Sistema de Gestión Web de Carreteras de Iternova incluye.