Aunque la mayoría de las soluciones utilizadas para combatir la nieve y el hielo en las carreteras están basadas en el uso del cloruro sódico (sal) por ser un elemento económico y eficaz, los efectos colaterales negativos que conlleva – daños producidos en materiales y medio ambiente – están llevando a las empresas a investigar el uso de nuevos productos a utilizar, o de sistemas que mejoren el tradicional uso de la sal.
Por una parte, en Tecnocarreteras hemos visto ya todo tipo de productos que ya se están empleando en diferentes zonas del mundo para estos fines:
- Residuos de queso en Salmuera: En Milwaukee se está desarrollando un proyecto piloto para el uso de residuos de queso en salmuera como fundente de la nieve y el hielo de la ciudad, una solución más barata y ecológica que la sal.
- Uso innovador de la remolacha, desarrollado por la empresa K-Tech, que permite tratar la sal para conseguir que tenga una mayor eficacia en la fundición, lo que hace que se necesite mucha menos cantidad de sal para realizar las labores habituales de deshielo en la carretera.
- Cenizas de la chimenea: La cenizas producidas por las estufas de leña o chimeneas también pueden ser esparcidas por las aceras y calzadas para aumentar la tracción de las ruedas sobre el hielo, con la ventaja añadida de que estas cenizas no se convierten en residuos para el medio ambiente, ya que se disuelven de forma limpia, pudiendo actuar como fertilizantes.
- Aguas residuales procedentes del fracking (técnica para extraer gas o petróleo del subsuelo), que han sido autorizadas para su uso en varias carreteras del estado de Nueva York.
- Residuos de hierba o de cocina: En la línea de aprovechar estos residuos para producir un tipo de sal de deshielo, están trabajando científicos de la Universidad de Wageningen de Holanda. El objetivo del proyecto desarrollado es conseguir acetato de magnesio a través de fuentes limpias.
Igualmente destacable es el trabajo que está desarrollando la empresa Collosa, donde han desarrollado un fundente de hielo con retentado (un residuo del azúcar) que consigue disminuir la temperatura a la que se hiela una superficie asfaltada, y lo hace con el mismo coste que otras soluciones, siendo además una solución más respetuosa con el medio ambiente.
La innovación no sólo llega a la búsqueda de productos sustitutivos, sino también a la mejora de los procesos actuales, integrando en los vehículos sensores que permitan conocer la cantidad de sal ya existente en la carretera para determinar la que hay que echar, así como optimizar al máximo todos los procesos en los vehículos quitanieves, para que se empleen los materiales (en cantidad) óptimos en todo momento.
De la misma forma, están apareciendo productos aditivos para fundente, que mejoran de forma considerable sus cualidades. En esta línea, a modo de ejemplo podemos destacar el Safecote, un subproducto del refinado de azúcar que no sustituye sino que mejora las cualidades de los fundentes:
- Grandes propiedades anticongelantes y de deshielo, siendo un inhibidor de la corrosión
- Posibilita efecto a temperaturas más bajas, con un mayor rendimiento
- Permite un uso menor de fundente.