Conseguir un transporte urbano limpio, sostenible y eficiente es uno de los grandes retos de nuestra época, y para ello es imprescindible utilizar de una forma correcta la innovadora tecnología que ya existe, así como destinar recursos económicos a innovar y buscar nuevos sistemas que vayan en esta línea.
En un interesante artículo que leemos en The Guardian, que vamos a resumir en este post, la periodista Sarah Labrecque hace un decálogo sobre las relaciones entre tecnología y transporte sostenible que deben ser tenidas en cuenta:
- 1- Ciudades con una mayor densidad de población no tienen por qué ser necesariamente menos sostenibles. Al contrario, si se cuenta con una correcta planificación, una alta densidad de población puede facilitar la movilidad sostenible, al poder contar con muchas más opciones de transporte, adaptadas a cada usuario.
- 2.- La tecnología y el Big Data deben usarse teniendo siempre en cuenta el contexto. Es muy importante conocer bien el problema que se quiere resolver, y a partir de ahí plantear la forma de aprovechar el uso de la tecnología y no hacerlo al revés, porque el resultado puede ser nefasto.
- 3.- La logística se puede beneficiar enormemente usando una planificación adecuada de rutas, y aprovechando la información suministrada por diferentes actores de la ciudad. Esto no es baladí, ya que un porcentaje muy alto del tráfico generado en las ciudades es debido a entregas de mercancías.
- 4.- Igualmente, la logística puede abordar nuevas formas mucho más eficaces, como seguimientos dinámicos del cliente para realizar la entrega de forma más cómoda y rápida, teniendo la posibilidad de no contar con un único lugar de entrega y flexibilizado de esta forma al máximo dichas entregas.
- 5.- Hay que tener muy claro el concepto de que el uso de esquemas inteligentes de transporte en la ciudad debe tener su origen en las personas, y en la elaboración de políticas adecuadas, y no sólo en la tecnología. La tecnología tiene que ser el medio de llevar a la práctica dichas políticas, pero no se pueden convertir en el origen, ni condicionar de forma absoluta las medidas tomadas.
- 6.- Se tiene que producir necesariamente un aumento de la movilidad eléctrica, que tiene que ocasionar la progresiva reducción del uso de combustibles contaminantes, que ocasionan una contaminación muy elevada.
- 7.- El uso del sol como fuente de energía tiene muchas oportunidades, pero para ello hay que adaptar la red para aprovechar esta energía. La combinación de transporte eléctrico, con un uso eficaz de fuentes de energía sostenibles como la solar, hace un mix que ofrece numerosas ventajas. Sin embargo, para que esto sea posible, hace falta adaptar las infraestructuras existentes, y esta labor va a ser costosa.
- 8.- No basta con apostar por medios eléctricos, también es necesario reducir el tráfico y el consumo de energía asociado, y para ello es necesario reflexionar sobre el uso que realizamos de nuestro transporte, y diseñar las ciudades para reducir la necesidad de contar con medios de transporte individuales y facilitar los colectivos y sostenibles.
- 9.- En el futuro la energía se generará de muchas formas, algunas de ellas muy curiosas como las que aprovecharán nuestros propios pasos cuando vayamos caminando. Hay muchas alternativas en las que están trabajando los ingenieros que van mucho más allá de las típicas infraestructuras de transporte, que son sostenibles y creativas, y seguro que muy pronto las iremos viendo en nuestras ciudades.
- 10.- Por esto, es necesario tener más ingenieros y destinar más recursos a la innovación y a adaptar el sistema educativo a las necesidades que plantea la sociedad en la actualidad, y sobre todo, a las que planteará en los próximos años.