En varias ocasiones hemos hablado en Tecnocarreteras del peligro que supone para la seguridad vial la irrupción en la vía de animales, normalmente salvajes como jabalíes o ciervos, que pueden llegar a provocar accidentes graves. Además, en época invernal, la sal rociada en el asfalto para evitar la formación de hielo, atrae especies que acceden a la vía para lamer esta sal poniendo en riesgo a los conductores que transitan.
En este sentido, hemos leído recientemente en el diario Voces de Cuenca la noticia de que los vecinos del término municipal de Fuentes llevan denunciando desde hace meses la presencia de vacas que bajan a lamer la sal de la carretera provocando varios accidentes en este periodo.
Tanto la irrupción de animales en la vía por lugares habituales de paso como el acceso a la carretera de animales atraídos por la sal son circunstancias que pueden evitarse o reducirse en gran medida con los sistemas actuales de vallado, pasos de fauna o repelentes químicos. Sin embargo, esto no puede realizarse si los gestores y responsables del mantenimiento de estas vías no pueden detectar, localizar y registrar los puntos conflictivos de la vía para poder adoptar las soluciones adecuadas.
SmartRoads, el Sistema de Gestión Web de Carreteras ofrece, gracias a su Agenda de Vialidad, una herramienta ideal para la solución de este tipo de situaciones. El sistema permite ubicar detalladamente todos los lugares precisos en los que se producen incidentes de esta naturaleza y almacenar información completa sobre los hechos como por ejemplo el punto kilométrico, carril, hora o especie animal, de forma que los gestores puedan consultar en todo momento dónde se ubican los puntos de concentración de accidentes con animales.
SmartRoads posee un completo inventario de todos los elementos que componen la carretera como señales, marcas viales, vallas, muros, cunetas o pasos de fauna y además almacena información sobre el estado de conservación en el que se encuentra cada uno de ellos. La integración de este inventario en el sistema permite al gestor comprobar cuáles pueden ser las deficiencias que se encuentran en los lugares conflictivos donde se detecta que se registran más accidentes de lo habitual.
Con todo esto, el gestor puede determinar las medidas idóneas para solucionar el problema, ya sea reparando los elementos en malas condiciones u ordenando la instalación de nuevos elementos complementarios. Además, el gestor también puede comprobar cuáles son los puntos más cercanos a los que redirigir el paso de animales, analizando por ejemplo los pasos subterráneos cercanos, de forma que se mantenga el equilibrio entre el entorno natural y la seguridad vial.
Una gestión eficiente, con las herramientas tecnológicas adecuadas, junto a los elementos para el control del acceso de animales a la carretera pueden evitar muchas situaciones de peligro y reducir el número de víctimas provocadas por este tipo de accidentes.