Cada vez son más los proyectos e iniciativas relacionadas con los vehículos de conducción autónoma. El futuro de estas tecnologías, más allá de sus componentes legales y políticas, pasa por el desarrollo de sistemas seguros que no pongan en peligro la integridad de los ocupantes ni del resto de usuarios. Para ello es indispensable la realización de pruebas en entornos lo más reales posibles en donde poder comprobar la eficacia y la respuesta de los sistemas en condiciones que se pueden dar en la vía pública.
En este contexto, se está desarrollando un proyecto en la Universidad Tecnológica Nanyang en Singapur en el que un microbús cubre el recorrido entre el campus de la universidad y el Parque Tecnológico CleanTech Park de manera autónoma, es decir, sin conductor.
Este pequeño autobús con capacidad para 8 pasajeros se denomina Navia y ha sido desarrollado por la empresa francesa Induct Technologies. Se trata de un vehículo eléctrico que es capaz de recargar de manera inalámbrica sus baterías y puede alcanzar los 20 Km/h. Dotado de un sistema LIDAR (Light Detection and Ranging), cámaras estereoscópicas y GPS puede reconocer el entorno y reaccionar al tráfico y a los posibles obstáculos sobre la vía.
Durante los próximos dos años, van a estudiar su comportamiento en condiciones reales para comprobar si es capaz de interactuar sin peligro de los pasajeros y del resto de usuarios de la vía. Gracias a este seguimiento serán capaces de ajustar y perfeccionar las tecnologías que dirigen el vehículo. Además servirá para comprobar el funcionamiento de otros sistemas que incluye como la recarga rápida por inducción de sus baterías, el seguimiento de rutas predefinidas o el cálculo de rutas eficientes en tiempo real.
Proyectos como éste permitirán adelantar la llegada de la tecnología de conducción autónoma, otra cosa distinta será cuándo las autoridades permitirán su implantación real en nuestras carreteras.