Aunque en el diseño del trazado y en la construcción de las carreteras se tiene siempre muy en cuenta el impacto ambiental que puedan representar al entorno, estas infraestructuras necesariamente tienen algún tipo de repercusión en los ecosistemas por los que discurren.
Investigadores del Grupo de Ecología y Gestión de Ecosistemas Terrestres del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y de la Dirección de Sostenibilidad e Innovación de OHL, han llevado a cabo un estudio, cuyos resultados han publicado en la revista Ecosystems, en el que se pone de manifiesto cómo influyen las carreteras en los patrones de comportamiento de mamíferos depredadores y sus presas.
El objetivo del estudio ha sido comprobar si existe algún patrón general de comportamiento en especies que viven cercanas al entorno de la carretera. Algunos estudios previos se habían centrado en tramos específicos de una carretera y para especies concretas, en este caso de buscaba conocer si puede extraerse algún modo de comportamiento común a todas ellas.
9 tramos de carretera han sido caso de estudio en toda España en los que se han analizado patrones de actividad de los mamíferos a tres distintas distancias de la carretera: 0, 500 y 1.000 metros.
El estudio ha detectado que mientras existen especies como el zorro que transitan y usan para cazar preferentemente zonas próximas a la carretera, existen otras especies depredadoras como tejones o garduñas que tienen un comportamiento evasivo con respecto a la carretera. Del mismo modo, conejos y liebres que son presas comunes del zorro, también prefieren los hábitats más alejados de la vía. Esto apoya la idea de que la respuesta de una especie a la presencia de la carretera está directamente relacionada con cómo se comportan ante ese mismo elemento animales con los que interacciona. Por ejemplo, la presencia del zorro en las inmediaciones de la carretera desplaza a otros depredadores menores como el tejón a zonas más alejadas de la carretera y también a sus posibles presas como el conejo.
Según los autores del estudio, la explicación a los patrones encontrados es compleja y por ello es necesario ampliar las investigaciones. Lo que quieren destacar es la necesidad de tener en cuenta las interacciones entre las especies y los efectos indirectos que se pueden generar por la presencia de infraestructuras viarias.