El fabricante estadounidense de automóviles de lujo Cadillac viene desarrollando desde hace ya un tiempo su propio sistema de conducción semi-autónoma llamado Super Cruise. Este sistema es capaz de tomar el control del vehículo bajo determinadas circunstancias gracias a los sensores ultrasónicos y dispositivos instalados como rádar, cámaras y GPS.
La conducción semi-autónoma de Cadillac incluye funcionalidades como el mantenimiento de carril y el control de velocidad y frenado dentro de tráfico, siempre con la supervisión del conductor y en entornos específicos como autopistas o autovías.
Super Cruise utiliza una serie de alertas y avisos para comunicarse con el conductor que están basados en investigaciones desarrolladas en el simulador de conducción del Centro de Investigación y Desarrollo de General Motors. Esto es importante porque los conductores pueden tener la tentación de dejar de prestar atención mientras el vehículo lleva el control y es necesario alertarle a tiempo de alguna circunstancia que requiera de su participación para garantizar la seguridad.
Cadillac ha anunciado que se encuentra en una nueva fase de desarrollo en la que están realizando pruebas en entornos reales. Gracias a ellas, los ingenieros están probando prototipos en una gran variedad de casos potenciales en los que deberá funcionar el sistema cuando pueda ser integrado y comercializado finalmente en los vehículos. Según los desarrolladores, este sistema podrá estar operativo al final de la presente década.