En muchas ocasiones, en los procesos de producción, hay elementos que pueden ser reutilizados y aprovechados en otras fases de manera que puedan reducir los costes a la par que se da una vida útil a ciertos productos que serían únicamente de deshecho.
Siguiendo esta filosofía, en la planta de producción de Honda en Marysville (Ohio, USA) han llevado a cabo un proyecto, enteramente desarrollado por ingenieros y trabajadores de la misma, que ha consistido en aprovechar el agua que cae de las torres de refrigeración para la producción de energía hidroeléctrica de manera que sea utilizada en la planta de producción.
Un cuaderno encontrado de uno de los ingenieros de la fábrica ya jubilado con un boceto de esta idea, sirvió de inspiración para el diseño de la minicentral hidroeléctrica.
Aprovechando piezas de repuesto y materiales de la planta, operarios e ingenieros de distintas áreas de la planta, se unieron para dar forma a la idea y generar energía a partir del agua que cae desde más de 15 metros. El sistema produce 50.000 kilovatios-hora de electricidad cada año lo que evita la emisión de más de 35.000 Kg de CO2 si se consumiera directamente de la red de suministro de electricidad.
Según los gerentes de la planta, ha servido para dar un gran ejemplo del esfuerzo de la marca en aumentar la eficiencia y reducir los residuos en la producción de automóviles y de cómo las pequeñas aportaciones pueden suponer grandes mejoras en la eficiencia total.
En el canal que Honda tiene en Youtube, han incluido una serie de cortometrajes en los que explican los esfuerzos que la marca está llevando a cabo para reducir el consumo de energía, emisiones y residuos en todas las operaciones de la compañía, incluyendo la fabricación y la logística.
En el vídeo que a continuación os presentamos bajo el título de «Every Drop Counts» (Cada gota cuenta), explican el trabajo realizado en la planta de Marysville.