El primer sistema automatizado para limpieza de automóviles fue patentado en Alemania en el año 1962. Estaba compuesto por dos rodillos giratorios montados sobre raíles que se movían alrededor del vehículo.
Desde entonces los cambios han sido significativos. Las máquinas de hoy en día integran sistemas de lavado y secado, lavado de ruedas y bajos y opciones para el cuidado de la pintura. Estos avances han ido mejorando paulatinamente los resultados en el lavado y secado en los puentes de lavado modernos.
Pero hoy os mostramos una curiosidad que podría considerarse como una idea precursora de los autolavados que hoy conocemos. Se trata del «Auto Wash Bowl» un lavadero que ya funcionaba en la ciudad de Chicago en el año 1924.
Consistía en una pista circular que se llenaba de agua y en la que los vehículos entraban para, dando vueltas alrededor de la misma, conseguir limpiar al menos las partes inferiores del coche del polvo y barro de las carreteras de entonces. Esta peculiar piscina para coches fue pionera en su tiempo y debió servir de inspiración a los creadores del autolavado.