Estableciendo un estándar de conector para la recarga de vehículos eléctricos


Una de las barreras más frecuentes que encuentran las tecnologías incipientes es la falta de estándares. Sin ellos, cada empresa desarrolla sus propios métodos y es luego el mercado quien se encarga de seleccionar aquellos que resultan más eficaces desechando los demás, lo que para el consumidor final acaba siendo también un problema importante.

Un caso que representa muy bien el escenario anteriormente comentado, y que todos sufrimos, es el de los cargadores de teléfonos móviles, que nos ha llevado a que todos tengamos que tener en casa diferentes modelos para dar servicio a los dispositivos de cada fabricante, con las molestias y sobrecoste que esto supone.

Pues bien, un caso muy similar ha ocurrido en los modelos de conectores para la recarga de los vehículos eléctricos. Como consecuencia de la ausencia de un estándar común para la recarga se han ido generando distintos conectores desarrollados por cada marca: Schuko, SAE J1172 (usado en USA), Mennekes (Alemania), Combinado, Scame, CHAdeMO (fabricantes japoneses como Mitsubishi, Nissan o Toyota).

Para evitar esto, la Sociedad Internacional de Ingenieros del Automóvil (SAE), la Asociación de Fabricantes Europeos (ACEA) y un grupo muy importante de fabricantes de automóviles europeos y americanos (Grupo Volkswagen, Grupo Daimler, Porsche, BMW, Chrysler, Ford y General Motors), han alcanzado un acuerdo por el que desarrollar un único tipo de modelo de cargador que integra cuatro posibilidades de recarga a través de un único conector en el vehículo:

  • Carga de corriente alterna de una fase
  • Carga rápida de corriente alterna de tres fases
  • Carga de corriente continua en casa
  • Carga de corriente continua ultra rápida en estaciones públicas

Los primeros vehículos comercializados con este modelo de conector estarán disponibles a partir de 2013, y en Europa será obligatorio para todos los modelos comercializados a partir de 2017.

Sin duda, una decisió que va a ser fundamental para facilitar la expansión de la tecnología de los vehículos eléctricos, permitiendo a los usuarios disponer de estaciones de recarga compatibles con su modelo de vehículo allá donde vaya.