En el año 2009 se presentó en el Salón de Ginebra un prototipo de vehículo impulsado por un motor alimentado por aire comprimido llamado MDI AirPod idea de la compañía luxemburguesa Motor Development International. En este tipo de motores el aire entra a presión dentro del cilindro haciendo que el pistón se mueva para lograr el movimiento de las ruedas.
La colaboración con Tata Motors parece haber dado el espaldarazo definitivo para que el vehículo pueda llegar a producirse y comercializarse con el nombre de Tata AirPod.
Según sus creadores el vehículo tiene unas características que hacen que pueda ser conducido con licencia de ciclomotor, poseería una potencia máxima de 4 KW, alcanzaría una velocidad máxima de 70 Km/h con una autonomía de 220 Km. Para rellenar el depósito con aire comprimido es necesario usar compresores (normalmente eléctricos) para almacenarlo a una alta presión (350 bares).
Obviamente al no existir combustión no genera gases contaminantes lo que unido a sus dimensiones lo hace ideal para moverse por la ciudad. La naturaleza de esta tecnología hace que no sean necesarios sistemas de refrigeración, encendido o depósito de combustible, lo que reduce los costes de producción y hace que los vehículos sean más ligeros y desgasten menos las carreteras.
Sin embargo, algunos expertos sostienen, que estos vehículos pueden ser energéticamente menos eficientes que los coches eléctricos, ya que la energía necesaria para rellenar los depósitos con aire comprimido puede ser superior que la energía que utilizan para cargar las baterías para que los coches eléctricos modernos puedan recorrer las mismas distancias.
Todavía no es una realidad, pero de llegar a ver la luz, puede considerarse una alternativa muy a tener en cuenta para contribuir a mejorar la movilidad urbana de manera limpia y eficiente.