Es probable que, en vuestra vuelta de vacaciones, hayáis podido divisar alguno de los helicópteros que la DGT despliega para el control del tráfico por carretera. La misión de estos helicópteros es amplia, realizando un importante número de actividades de control del tráfico, que incluyen la vigilancia, gestión y regulación de los tramos con congestión, la prevención de accidentes, y la colaboración con Protección Civil en búsquedas y salvamentos, entre otras.
Equipados con una potente cámara instalada en uno de los flancos del helicóptero, pueden vigilar y controlar de forma eficaz todo lo que sucede sobre el asfalto. La cámara es capaz de tomar imágenes con mucha nitidez incluso del interior de los vehículos, pudiendo por ejemplo, tomar imágenes de aquel conductor que haga uso del teléfono móvil mientras conduce.
En el helicóptero viaja el piloto y un agente o un operador de cámara. Tras muchas horas de vuelo conjunto logran tener un alto grado de compenetración, lo que es clave para poder tomar las imágenes de aquellos vehículos que realizan alguna maniobra ilegal como adelantamientos en línea continua, circulación en dirección prohibida o realización de infracciones.
Una de las últimas herramientas que se plantea incorporar a estos helicópteros son radares para el control de la velocidad de los vehículos. Bajo el nombre de «Proyecto Pegasus«, está previsto que puedan estar operativos a finales de este mismo año. Para ello se lleva trabajando desde el año 2007 en pruebas de verificación del funcionamiento correcto y en la homologación de estos dispositivos, que está llevando a cabo el Centro Español de Metrología (CEM).
El sistema consta de un cinemómetro trabajando en colaboración con la cámara de vigilancia del helicóptero. Una vez fijado el objetivo se dispara un impulso láser cada tres segundos para poder detectar la velocidad a la que circula. Otra cámara de precisión toma imágenes de la matrícula. Para poder captar la secuencia correctamente, el helicóptero ha de mantenerse a la velocidad a la que circula el vehículo y mantenerlo en el campo de visión de las cámaras. Según las pruebas realizadas el sistema es capaz de detectar la velocidad del vehículo con un error no superior al 1%.
Sin duda, otra forma adicional para conseguir aumentar el control y seguridad en nuestras carreteras.