El Consejo Europeo acaba de lanzar la novedosa iniciativa de los bonos de proyectos europeos de infraestructuras, que como se puede deducir del nombre, se trata de deuda que emite una empresa o un grupo de empresas que patrocinan un proyecto, para obtener los recursos económicos necesarios para poder llevarlo a cabo.
Para la fase piloto, que se va a desarrollar en lo que queda de 2012 y en 2013, las autoridades europeas han destinado 230 millones de euros, aportados por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), como garantía financiera para ofrecer la suficiente seguridad a los inversores privados para que aporten su dinero. Los cálculos realizados esperan contar con una aportación del sector privado en torno a los 4.500 millones.
La apotación inicial de las autoridades europeas de los 230 millones de euros en garantías va a tener el siguiente reparto:
- 200 millones de euros para proyectos de transporte.
- 10 millones de euros para proyectos de energía.
- 20 millones para protectos relacionados con las TIC y proyectos de banda ancha.
Según las últimas estimaciones de la Comisión Europea (CE), son necesarios 1,5 billones de euros para atender las necesidades en infraestructuras de transporte, energía y redes de tecnologías de la información en la UE durante el decenio 2010-2020.
En caso de que esta experiencia piloto sea satisfactoria la intención es continuar con una fase operativa de 2014 a 2020 mediante el instrumento llamado «Conectar Europa«, que consiste en un plan para invertir en las prioridades de infraestructuras de la UE en transporte, energía y telecomunicaciones. Este plan estará dotado de 50.000 millones de euros y su objetivo es disponer de unas redes de transporte, energía y digitales inteligentes, sostenibles, y plenamente interconectadas que reactiven el desarrollo, el crecimiento, la competitividad y la creación de puestos de trabajo en toda Europa.