Iluminación de las carreteras con farolas solares


Aunque la iluminación es un elemento crítico de las carreteras, no siempre resulta viable  instalar farolas conectadas a la red eléctrica, porque los recursos económicos son finitos, y no siempre es posible llevar el tendido eléctrico a cada zona.

Por este motivo, y como complemento a las farolas tradicionales, cada día se están implantando un mayor número de farolas autónomas solares. Estas farolas, que integran un panel solar, pueden estar encendidas de 2 a 12 horas (en función de la energía acumulada), y suelen llevar integrado un sensor que detecta cuando la intensidad de la luz de sol baja un umbral, y es necesario activarlas. De esta forma, cada farola es autosuficiente, y puede ofrecer un servicio similar al de las farolas tradicionales, con la ventaja añadida de no necesitar una obra civil compleja para su instalación, al evitar todo lo relativo al tendido eléctrico.

Es una solución muy a tener en cuenta para complementar aquellas zonas que hasta ahora por su ubicación no han podido contar con una iluminación adecuada (estas farolas son capaces de proporcionar hasta 11.000 lumens), o la que tienen es muy escasa.

En el mercado existen numerosos fabricantes y distribuidores de faroles solares (por ejemplo, Almarin o Zytech), y seguro que en los próximos años veremos florecer nuevas empresas relacionadas con este mercado asociado al uso eficiente de las energías limpias, que es uno de los negocios con más recorrido en la actualidad.